A principios de 2012, Mehdi, el fundador de Jardín de Persia en México, compró un terreno sin construir en el Valle de Guadalupe, Baja California, con el objetivo de cultivar árboles frutales. Durante el primer año, removió la tierra y recolectó miles de piedras bola para futuras construcciones, además de labrar el terreno para prepararlo para la siembra. También adquirió derechos de agua y construyó un pozo para riego.
Tras plantar más de 50 variedades de frutas originarias de Persia, él y su esposa Dalia, originaria de Ensenada, decidieron propagar más plantas de granada hasta alcanzar aproximadamente 1000 en unos pocos años. Dalia y Mehdi decidieron convertir el jardín en un lugar para eventos y ofrecer comida persa y mediterránea a los visitantes. Para 2022, ya habían construido 12 habitaciones estilo villa para brindar hospedaje a los turistas y visitantes.